Hoy en día todas las empresas tienen una imagen e identidad digital. Desde aquellas que venden productos físicos hasta las que ofrecen servicios como hosting, nubes o modelos de outsourcing de TI, todas las compañías optan por tener presencia en el mundo virtual para seguir compitiendo dentro de un ecosistema cada vez más complejo. Al mismo tiempo, también tienen una imagen e identidad hacia adentro, en la experiencia que brindan a sus empleados en la interfaz con los sistemas. Diferentes actores, más mercados, mayores exigencias, diversidad de sistemas, mayores industrias y nichos diversificados.
Desde hace ya algunos años se prioriza una necesidad ineludible en las empresas: poner el foco en el usuario. El comportamiento de este es cada vez más estudiado por los equipos de marketing y de TI. Gracias a esta tendencia nacieron conceptos como UX (experiencia de usuario) y UI (interfaz de usuario), que se basan en el diseño y desarrollo de interfaces fáciles de usar e intuitivas, siempre con el objetivo final de que el usuario tenga la mejor experiencia posible.
Este aspecto, hoy lo sabemos, repercute tanto en los usuarios internos como en las ventas y los clientes, generando una impresión en la idea que todos ellos tendrán de la empresa. Una web anticuada con poco contenido o dificultosa para encontrar la información que se busca, hará por ejemplo que el potencial cliente la abandone, busque la de un competidor y formule subconscientemente una imagen negativa de la marca. El 50% de los consumidores han abandonado una web porque ésta tardaba demasiado en cargar, según un estudio de hábitos de consumo desarrollado por Moz.
Gracias a los buscadores como Google y a las estrategias de SEO y SEM las marcas pueden posicionarse hacia afuera, frente a un usuario o futuro cliente que ya está interesado en los servicios que ofrecen sin necesariamente conocer a la empresa. Además, a través de las redes sociales se orquestan campañas de publicidad mucho más eficientes que en los medios tradicionales. Cada usuario recibe en su dispositivo publicidad personalizada, en base a sus gustos e intereses y a sus búsquedas recientes.
En este contexto se refuerza la filosofía user-first. Es un nuevo paradigma en el cual las organizaciones trabajan poniendo como prioridad al usuario y sus preferencias, para comunicar, diseñar páginas web, interfaces con los sistemas internos y sus aplicaciones.
Quizás te interese seguir leyendo
Claves del trabajo híbrido para mejorar la productividad de tu equipo
La tecnología avanza muy rápido y todos los activos digitales deben ser remodeladas con cierta frecuencia; quedaron atrás las épocas en donde se anunciaba con bombos y platillos el próximo upgrade de una aplicación. En este contexto, los desarrolladores se encuentran frente a una constante necesidad de cambio que pueden aprovechar para incorporar nuevas funcionalidades o rediseñar centrándose en la experiencia del usuario. Lo que respecta a una web, por ejemplo, la clave es preguntarse cuáles son realmente las necesidades de sus usuarios para así tener un diseño user friendly. Para esto existen tres grandes elementos a tener en cuenta:
Diseño: este no solo tiene que ver con el impacto visual de la plataforma, sino también con la estructura y la interactividad del usuario con el medio digital para lograr una navegación fluida y una experiencia satisfactoria. Además, el diseño necesita adaptarse a todo tipo de dispositivos.
Usabilidad: la interfaz debe ser intuitiva para quien la utilice y que no genere confusión. La simpleza predomina en los diseños web fáciles de utilizar.
Accesibilidad: una experiencia de usuario no puede considerarse buena si no está diseñada también para un segmento de la población con discapacidades visuales, auditivas o con barreras por cuestiones idiomáticas.
Como hemos visto, el UX y el UI construyeron los cimientos de un nuevo paradigma tecnológico en el cual las empresas ponen el foco en el cliente. La experiencia de usuario a la hora de ofrecer un bien o servicio nunca ha sido tan importante.
Ahora bien, ese interés en el usuario también se ha trasladado a la estructura interna de las organizaciones que intentan garantizar un entorno laboral amigable para sus empleados como una de las medidas de retención.
Todas las empresas implementan plataformas, aplicaciones, software y sistemas para que la experiencia de usuario del personal de trabajo sea positiva. La interfaz digital en la que los trabajadores llevan a cabo su labor es determinante para el buen desarrollo de sus tareas diarias, sobre todo en un mundo dominado por la modalidad de trabajo remota y donde las computadoras son las nuevas máquinas industriales.
Sin duda "la gran renuncia" ( como se llamó al fenómeno antes citado), la gran volatilidad en el mercado, la crisis desatada por la pandemia y la necesidad de las empresas de reinventarse, hizo que las organizaciones se vuelquen a sus empleados más que nunca.
La creación de plataformas amigables no solo tiene como objetivo la experiencia de los clientes finales, sino también de los trabajadores internos de las empresas, esto es una filosofía user-first, centrada en la relación de los empleados con los sistemas y la interfaz de trabajo. |
En un entorno laboral digital, donde la mayor parte del trabajo que realiza el empleado se hace a través de pantallas, la experiencia de usuario del trabajador también es una medida de retención. Un sistema simple y fácil de usar hará que las tareas sean más amenas y que así mejore el rendimiento aplicando los mismos principios de UX y UI.
Es por esto que desde Serban Group ofrecemos soluciones para que cada organización mejore sus espacios digitales y los haga más fáciles de usar. Siempre con el objetivo de que las empresas puedan retener a sus empleados y que el negocio crezca de forma saludable, encontrándole el sentido a la tecnología.
Esta filosofía que pone al usuario como prioridad es cada vez más implementada por las organizaciones, no solo para distinguirse de la competencia, si no para subsistir en un mercado cambiante y al mismo tiempo retener a los empleados. Clientes y empleados son cada vez más exigentes y esperan mucho a cambio, además de que no dudan en sustituir marcas o empresas por una mala experiencia.