La utilización de soluciones de este tipo ha crecido exponencialmente y se ha integrado en nuestras vidas hasta convertirse en algo necesario para vivir y, como es normal, en medidas de seguridad. De igual manera ha crecido la creatividad de la gente para engañar estos métodos bien por lucro bien por diversión. Un ejemplo de sobra conocido son los famosos captchas, con sus típicos formularios de imágenes que intentan distinguir entre un humano con mucha paciencia y un bot que en ocasiones nos saca los colores.
Cada día más organizaciones son consumidores de este tipo de soluciones; otorgando mayor seguridad a sus clientes y a sus canales digitales, con sistemas de verificación de doble paso enlazando a dispositivos móviles personales. El problema reside, como comentábamos al inicio, en esos grandes prodigios informáticos cuyo mayor deseo en el mundo es vulnerar esa seguridad y apropiarse, de forma poco lícita, de lo que intentamos salvaguardar con tanto ahínco, nuestra identidad digital. En este punto los equipos de desarrollo de software, como el de Serban Group se encuentran participando en una carrera para encontrar métodos, cada vez más fiables y enrevesados, que nos permitan identificarnos como humanos con mayor exactitud.
Liveness detection (detección de vivacidad) o prueba de vida se refiere a la capacidad que tiene esta tecnología de prevenir ataques de suplantación de identidad (anti-spoofing) gracias a poder reconocer, mediante la identificación biométrica del rostro, huella u otro dato biométrico, si la persona es real, está viva, es quien dice ser y se encuentra en el punto de captura en ese momento.
Esta tecnología puede distinguir y rechazar fotos, videos o máscaras en 3D, el término técnico es detección de ataques de presentación, que se refiere a la prevención de fraudes para la biometría en general, mientras que la detección de vivacidad se utiliza específicamente para el reconocimiento facial o de huella.
En esencia, un mecanismo biométrico liveness detection es una característica enfocada a la seguridad y desarrollada para mitigar la vulnerabilidad de los sistemas que recopilan nuestros datos e identidades.
Como comentábamos al principio, muchas veces la ficción nos ha dado pistas de hacia dónde queremos que vaya la tecnología que nos rodea y que usamos cada día… ¿pero es real lo que vemos en las películas?
Podemos recordar películas como Minority Report (2002), donde el personaje de Tom Cruise, en un mundo distópico donde el reconocimiento de iris es parte del día a día de todos, y perseguido por las autoridades, consigue remplazar sus ojos (comprando otros en el mercado negro) para no ser identificado por los diferentes mecanismos de vigilancia que le rodean. Además (¡ojo spoiler!), es capaz de usar sus antiguos globos oculares (que los transporta en una bolsita como el que lleva unos caramelos) para acceder a la red de su antiguo empleo y recabar información confidencial ¿ficción o realidad?
Como ya os adelantamos, la ficción está muy lejos de la realidad… si John Anderton, el personaje de Tom Cruise, fuese real, no hubiese durado ni un segundo sin que procesos de liveness detection, identificases sus trucos y engaños.
Además, con la inteligencia artificial y el aprendizaje cada vez más profundo de datos por este tipo de sistemas, las tecnologías biométricas se han vuelto mucho más robustas, precisas y resistentes. En la actualidad gozamos de una gran variedad de métodos y procesos de liveness detection que parecen sacadas del imaginario cinematográfico. Aquí os dejamos dos ejemplos:
Es por esto por lo que la tecnología de Liveness Detection se ha convertido en una necesidad para muchas de las operaciones que se realizan a diario en diversos modelos de negocio y, consecuentemente, en un trámite de obligado cumplimiento para muchas de nuestras acciones cotidianas. No podemos negar el avance que ha realizado la tecnología en pos de nuestra seguridad, y tan sólo nuestra imaginación limita lo que está por venir. El tiempo nos dirá si nos encaminamos a Un Mundo Feliz o caeremos a La Cuarta Revolución Industrial por el camino.