En un entorno empresarial cada vez más impulsado por la tecnología, la deuda técnica no puede seguir siendo un problema exclusivo del área de IT. Y es que su impacto va más allá, afectando directamente a la eficiencia operativa, a la productividad, a la experiencia del cliente y, por supuesto, a los resultados financieros de la compañía. Hoy en día, esto exige que figuras como la del CFO deban tener una visión completa e integral de los proyectos de tecnología más allá de las inversiones y métricas financieras. Hoy analizamos por qué la deuda técnica debería estar en el radar de toda dirección financiera ¡sigue leyendo!
Cuando hablamos de deuda técnica, también llamada deuda de código, nos referimos a los costes futuros que asumen las compañías como consecuencia de elegir soluciones tecnológicas a priori más económicas y de menor calidad en lugar de las más efectivas; esto a la larga requiere un gasto adicional para corregir fallos, mejorar la integración, etc.
Además, la falta de adopción de tecnología actualizable y fácilmente integrable, acaba retrasando el crecimiento de las compañías y las aleja del camino de la innovación y transformación digital. Esta situación incrementa aún más las brechas entre las grandes empresas y las PYMES, ya que las primeras, haciendo mayores inversiones en tecnología ganan ventaja competitiva, mientras que las PYMES con inversiones tecnológicas más modestas quedan rezagadas, generando desequilibrios financieros y económicos estructurales.
De hecho, el alcance real es muy amplio, ya que también puede derivarse de inversiones en soluciones tecnológicas fragmentadas, desactualizadas o poco escalables, adoptadas sin una visión integrada a largo plazo. Desde la adquisición de hardware poco compatible con los sistemas existentes, hasta la implementación de plataformas que no se comunican entre sí, la deuda técnica puede traducirse en:
Es común que, en un intento por contener el gasto, se prioricen soluciones más económicas sin analizar su alineación con el roadmap tecnológico de la compañía. Este tipo de decisiones puede parecer financieramente acertado en el corto plazo, pero suele desembocar en mayores costes operativos y menor agilidad competitiva.
En este contexto, el CFO no solo debe ser consciente de la existencia de la deuda técnica, sino también de su impacto financiero y estratégico, De hecho, en muchos casos, es desde el propio departamento financiero donde se originan decisiones que contribuyen a esa deuda. Algunos factores clave son:
Para reducir la deuda técnica, es fundamental que los CFOs adopten una visión más estratégica sobre los proyectos de IT. Ya no se trata solo de evaluar inversiones desde la óptica del ROI inmediato, sino de entender cómo cada decisión tecnológica afecta al core del negocio y a su capacidad de escalar.
Esto implica:
Según el medio "The CFO", un estudio reciente de Censuswide, con una muestra de 2.937 CFOs y CIOs, reveló que el 72 % de los CFOs participan activamente en el establecimiento del presupuesto tecnológico, mientras que el 86 % asegura que la colaboración entre ambos roles ha mejorado. De hecho, el 49 % de los CFOs atribuye directamente a esta mayor alineación una mejora en los resultados del negocio.
La transformación digital no debe entenderse como un gasto, sino como una inversión en competitividad y sostenibilidad. Y la deuda técnica, aunque invisible en el balance, actúa como un pasivo silencioso que impacta directamente en la rentabilidad, la escalabilidad y la resiliencia del negocio.
En este contexto, el CFO moderno se convierte en un actor clave para reducir dicha deuda, garantizando que las decisiones financieras no frenen el avance tecnológico, sino que lo impulsen.
Desde Serban Group, ayudamos a empresas de todos los tamaños a reducir su deuda técnica mediante entornos virtuales integrados, soluciones como servicio, etc. siempre pensando en mejorar la productividad, la seguridad y la experiencia del usuario, al tiempo que se optimizan los recursos financieros y se gana agilidad operativa. Si estás interesado, puedes solicitar una consultoría IT para que nuestros expertos te asesoren y analicen cuál es la mejor estrategia para tu compañía. ¿Hablamos?