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Disminuya costos de almacenamiento con servicios en la nube

Escrito por Alexis Vargas | 11/04/22 12:45

Cuando se compara el costo de alojar las soluciones informáticas en el propio centro de cómputos o en un ambiente de Cloud Computing, de buenas a primeras este último entorno puede parecer más caro, ya que el costo de las licencias de software aparece como más económico que el canon mensual de los servicios en la Nube. Si además tenemos en cuenta el costo de migrar al Cloud, esta perspectiva parecería reforzarse. Pero la realidad es que se trata de una mirada cortoplacista.

Al observar el valor y el costo total de propiedad a largo plazo aparecen los costos ocultos de tener las herramientas corriendo en las propias instalaciones (tiempo y costo de los recursos de IT, gastos operativos, costo del aprovechamiento excesivo) y también se resaltan las ventajas de migrarlas a la Nube. 

 

Los profesionales de IT informaron un promedio de
20% de ahorro
en costos generales luego de pasar a la Nube.

Fuente: Microsoft


 

Liberar recursos

Una de las mayores oportunidades para ahorrar costos tiene que ver con tercerizar la responsabilidad por la disponibilidad del servicio en el proveedor de la Nube. También se ahorra dinero al liberar al propio equipo de IT que ya no tendrá que administrar y mantener los servidores locales, ni actualizar la seguridad. 

Por otra parte hay ciertos costos físicos y operativos que se presentan al tener las soluciones corriendo en el propio data center que desaparecen al migrarlas a la Nube. Estos costos están vinculados con la necesidad de reparar o reemplazar los servidores, renovar las licencias de software, abonar onerosas facturas de electricidad y disponer de espacio físico para los equipos.

 

“El hecho de ajustar el tamaño de los servidores al pasar por la Nube genera un ahorro de costos anual promedio del 30%”.

Fuente: Amazon


 

Al pasar a la Nube las empresas también se ahorran los costos del sobre aprovisionamiento de recursos: en el Cloud en cambio se puede optar por un servicio con opciones de escalado automático (de la potencia informática) en función de la necesidad, que garantizaran que no se pague por la capacidad no utilizada. Por ejemplo se pueden configurar los ajustes de modo de usar la cantidad mínima de recursos necesarios para satisfacer la demanda.

Adicionalmente, al migrar a la Nube se está optando por una opción más amigable para con el medio ambiente. La mayor sustentabilidad de la Nube está determinada por varios factores: los centros de datos de Cloud Computing público están diseñados a escala y construidos para un uso eficiente de la energía, tienen mayores tasas de utilización (lo que aumenta la eficiencia) y hacen un uso más reducido de electricidad. 

 

Ahorro general

De todas formas es verdad que la Nube tampoco es la panacea. Es necesario controlar el gasto, evitar la contratación de capacidad innecesaria y asegurar la visibilidad del entorno. No obstante hay una serie de buenas prácticas que pueden colaborar para realizar ahorros. Por ejemplo, siempre que sea posible se pueden aprovechar los esquemas de precios con descuentos (en ocasiones las instancias reservadas pueden valer un tercio que las instancias bajo demanda, por ejemplo). Además se puede planificar la capacidad de modo tal de poder manejar los picos de tráfico inesperados y las fluctuaciones de carga, pero sin gastar en recursos innecesarios. 

También es buena idea analizar el tema de las transferencias de datos de modo tal de reducirlas y efectuar solo aquellas que resulten realmente necesarias. Y evitar las transferencia de datos entre distintas regiones y zonas de disponibilidad.

 

Foco en el almacenamiento

En lo que atañe a los costos de almacenamiento hay algunas acciones que también pueden ayudar a disminuir la erogación. En principio se puede elegir un servicio de almacenamiento en la Nube de bajo costo, aunque siempre teniendo en cuenta que los proveedores alternativos podrían no ofrecer todas las funcionalidades que se necesitan. 

También se pueden aprovechar diferentes niveles o clases de almacenamiento; el estándar suele ser más oneroso: se puede optar un nivel más barato, aunque tal vez rinda menos.

 

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Por ejemplo, los datos de archivo a los que no se espera acceder regularmente son grandes candidatos para manejar en los niveles de bajo costo. En cambio los datos que las aplicaciones deben leer o escribir con frecuencia, no lo son.

Otra recomendación es utilizar políticas de ciclo de vida de datos en la Nube, de modo tal de poder migrar automáticamente los datos de una clase más onerosa a un nivel de almacenamiento más barato cuando haya pasado un determinado lapso de tiempo. 

No almacenar más datos de los que se necesita es otra buena práctica para reducir costos. Y también determinar anticipadamente el nivel de redundancia necesario.

 

Desde Serban Group poyamos a las empresas para lograr una infraestructura eficiente en el entorno Cloud y las acompañamos en sus procesos de migración a la Nube, ayudándolas a adaptar las cargas de trabajo sobre la marcha y a desacoplar el cómputo del almacenamiento sin degradar el rendimiento. 

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