El paso de la pandemia impactó en casi todas las áreas de nuestra vida y una de las que más modificó fue la de nuestra relación con el trabajo. Es normal escuchar a distintas personas contar su experiencia de trabajo híbrido. En general, la vuelta a la oficina ocurre solo algunos días a la semana, y el resto sucede desde cualquier lugar con buena conexión a internet.
El 75% de las personas están dispuestos a renunciar, al menos, a algún beneficio o a una ventaja para poder elegir su entorno de trabajo. Fuente: WeWork |
Aquí se puede dimensionar el alto valor otorgado a este tipo de políticas por parte de los empleados. En el camino hacia un modelo de trabajo híbrido surgen dudas y oportunidades acerca de cómo poder trabajar de la manera más eficiente, rápida y segura posible. Bajo esta necesidad puntual, distintas empresas comenzaron a expandir la oferta de servicios en “la nube”, para lograr una digitalización y virtualización de los espacios de trabajo.
Los virtual desktop nos dan la opción de virtualizar los entornos de trabajo y el software necesario en un solo lugar al que todos los empleados pueden acceder desde cualquier dispositivo. Su función principal es la de agilizar los procesos de trabajo híbrido con un costo relativamente pequeño y en tiempos de migración bajos.
La centralización de la información es un factor clave en este tipo de entornos virtuales. Aquí es donde surgen dos opciones diferentes a la hora de incorporar escritorios virtuales en la rutina de trabajo:
La principal desventaja de esta última opción es la privacidad y seguridad de la información que está siendo alojada en un servidor que no pertenece a la empresa que contrata el servicio. Por este motivo, además de leer detenidamente el contrato de seguridad y privacidad, se pueden detallar los requisitos de seguridad y privacidad propios en un acuerdo de nivel de servicio.
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Teniendo en cuenta que, al acceder al escritorio virtual, se está accediendo a información corporativa sensible, se pueden tomar las siguientes precauciones:
El 95,3% de las empresas encuestadas crearon o revisaron su política de seguridad cibernética durante la pandemia para disminuir riesgos de posibles ataques. Fuente: Preyprotection |
La pandemia dejó nuevas maneras de relacionarnos con el trabajo y los escritorios virtuales en la nube surgen como opciones superadoras a la hora de sincronizar y agilizar el trabajo remoto.
Al tratarse de información sensible, será de crucial importancia prestar atención a la seguridad de la información en cuestión. Se puede trasladar las medidas de seguridad que la empresa ya disponía físicamente a los escritorios virtuales contratados y demandar todas las medidas de seguridad necesarias a la compañía que otorga el servicio, para evitar hackeos o fugas de información indeseados.