Los mercados laborales de todo el mundo se vieron afectados por la pandemia de Covid-19. Por un lado, millones de personas fueron despedidas o perdieron sus trabajos, mientras que otras se adaptaron rápidamente a trabajar desde casa cuando las oficinas cerraron. Ahora, la nueva normalidad, está exigiendo nuevas formas de trabajar y las organizaciones necesitan repensar los espacios de trabajo: ¿Cómo encarar el desafío y sumar productividad al mismo tiempo?
El aporte de las nuevas tecnologías
Muchas empresas de todo el mundo han estado a la altura de las circunstancias, actuando con rapidez para proteger a los empleados y migrar a una nueva forma de trabajar que ni siquiera las proyecciones más extremas habían previsto.
La pandemia forzó a las organizaciones a re-imaginar los espacios de trabajo, no solo a través del trabajo remoto durante la mayor parte de la crisis, sino también a partir de nuevas formas de trabajo híbrido que permitieron volver a cierta normalidad en las diversas áreas. De hecho, una transformación digital exitosa obligó a las empresas a aumentar su gasto en tecnología de la información (TI), especialmente en lo vinculado con software empresarial e infraestructura en la nube.
Así, las tecnologías integradas permitieron crear espacios de trabajo digitales, diseñados especialmente para administrar aplicaciones, datos y escritorios. Esas herramientas hicieron posible que los empleados accedan a la información en tiempo real, en cualquier dispositivo, desde cualquier lugar.
Modernizar fue y sigue siendo uno de los mayores retos de las organizaciones, que deben responder a las nuevas inquietudes y demandas de los empleados, al tiempo que deben garantizar la productividad.
¿Cómo potenciar la motivación?
A medida que los espacios laborales se digitalizan, cada vez parecen más lejanos los días en que el lugar de trabajo era simplemente un espacio físico. Hoy, los entornos de acceso instantáneo han borrado los límites y los empleados colaboran y se comunican entre sí en formas que antes no se conocían.
Para reflejar de forma apropiada la experiencia laboral cambiante de su personal, las organizaciones comenzaron a implementar un ambiente de trabajo completamente nuevo. Ahora bien, ¿cómo mantener la motivación y maximizar la productividad en el nuevo contexto?
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Integrar nuevas tecnologías: el lugar de trabajo digital rompe las barreras de la comunicación y transforma la experiencia de los empleados fomentando la eficiencia, la innovación y el crecimiento.
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Maximizar las conexiones: los espacios digitales consiguen que los empleados hagan su trabajo colaborando, comunicándose y conectando con otros. La idea es propiciar relaciones más allá de los grupos naturales de trabajo para permitir el intercambio de conocimientos en toda la organización.
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Sumar valor: para cumplir con las necesidades de negocio, es esencial impulsar el lugar de trabajo digital. Conectar a los empleados no solo suma pertenencia y motivación, sino que también entrega valor comercial medible, ahorra tiempos en los flujos de trabajo y maximiza la eficiencia.
Potenciar la motivación de los empleados y la productividad son solo algunos aspectos de la modernización de los espacios de trabajo: las empresas también consiguen retener y atraer talento. La digitalización abre nuevas maneras de agregar valor, tanto a las experiencias de los empleados y clientes, como a los objetivos empresariales.
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