Biometría facial: un gran aliado en la identificación de personas

1. Pagos en comercios y establecimientos: El dinero en formato físico (tanto efectivo como tarjeta) tiene sus días contados. Cada vez más personas pasan por las cajas de los establecimientos sin necesidad de sacar la cartera, tan solo utilizando el móvil. Sin embargo, pronto podremos disfrutar de un nuevo método de pago que nos evitará hacer colas a la hora de comprar en un comercio: el reconocimiento facial. De hecho, esta forma de pago ya es una realidad en China; no obstante, en nuestro país ya se están llevando a cabo algunos proyectos piloto en Madrid y Barcelona utilizando la tecnología biométrica facial en el sector de la restauración, donde los usuarios pueden pedir un café y pagarlo utilizando su rostro, de forma rápida, eficaz y segura.

2. Embarque en aeropuertos: ¿Te imaginas llegar al aeropuerto, ahorrarte las tediosas colas para acceder a la zona de embarque y subirte directamente al avión? Son muchos los países que ya han implantado sistemas de reconocimiento facial biométrico en sus aeropuertos, ofreciendo a los pasajeros una mejor experiencia de usuario y una mayor seguridad. Aquí en España, Aena puso en marcha hace unos meses un sistema de reconocimiento facial en el aeropuerto de Menorca y es muy posible que pronto comience a extenderse a otros aeropuertos nacionales. ¡Tu rostro será tu propio pasaporte!

3. Control de acceso en el trabajo: La clásica tarjeta de empleado para fichar muy pronto quedará obsoleta. Y es que las nuevas tecnologías biométricas están comenzando a implantarse en las empresas y compañías como método seguro de control de acceso a los puestos de trabajo. El sistema de reconocimiento facial ofrece a los trabajadores rapidez y eficacia a la hora de fichar y a su vez evita la suplantación de identidad o alteraciones en el control de los accesos, ya que nadie puede reemplazar el rostro de otra persona. Esta tecnología resulta muy útil para las compañías, más teniendo en cuenta que el pasado 12 de mayo de 2019 entró en vigor una norma que obliga a las empresas a llevar un registro diario del horario concreto de inicio y finalización de la jornada laboral de sus trabajadores. Además, el reconocimiento facial biométrico también favorece la sostenibilidad, dejando a un lado el papel y el plástico de las tarjetas de identificación tradicionales.

4. Pagos en el transporte público: Todos hemos sido testigo, e incluso vivido, diferentes situaciones a la hora de acceder al transporte público: desde no encontrar el ticket en el momento de validarlo hasta no poder subir a un autobús por no llevar dinero suelto o, por el contrario, contar con un billete de un valor demasiado alto como para que el conductor pueda devolver el cambio. Esto genera retrasos y colas en el servicio y un consecuente malestar en los usuarios del transporte público. Es por eso por lo que la biometría facial se presenta como una solución efectiva a la hora de realizar este tipo de pagos. En Madrid, la EMT (Empresa Municipal de Transportes de Madrid) ya ha puesto en circulación dos autobuses para testar un proyecto piloto en el que los viajeros validarán su billete mediante la tecnología de reconocimiento facial y, por ahora, los resultados están siendo positivos, por lo que se espera que este método pronto empiece a expandirse a otras líneas y también a otras ciudades.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo el reconocimiento facial biométrico está comenzando a integrarse en nuestra sociedad actual y muy pronto formará parte de nuestro día a día.