Storytime: 'Os vais a reír pero así empezó Serban Group'
Esta semana tenemos como invitado en nuestro blog a una persona muy especial, y es que se trata de una historia personal.
Sí, has leído bien, en esta ocasión tenemos el honor de contar con Miguel Ángel Mingo, nuestro Presidente Honorífico y fundador de Serban Group, que nos narra en primera persona cómo empezó la compañía... ¿tienes curiosidad? Pues sigue leyendo porque aquí comienza la historia...

El inicio de todo
Estaba terminando el año 2002 y yo era Director de I+D en BBVA. En esos años los grandes bancos y las grandes empresas, en general, estaban llevando a cabo planes de prejubilaciones voluntarias muy ambiciosos (del orden de casi 1.000 al año en cada una de ellas). En septiembre de 2002 decidí dar el paso y, con 52 años, me prejubilé.
En los siguiente meses, junto a mi gran amigo José Ángel Garrido (que se había prejubilado un poco antes que yo), llegamos a la conclusión de que no estábamos hechos para quedarnos quietos. Nos apetecía seguir activos y, además, nuestra amplia experiencia en IT podía seguir aportando valor.

Dicho y hecho, nos pusimos manos a la obra y en poco tiempo nos empezaron a contactar fabricantes y proveedores de soluciones tecnológicas del sector financiero para que les ayudáramos a identificar las necesidades de bancos y cajas de ahorro y a afinar sus propuestas de valor. En aquel momento operaban en España cerca de 100 organizaciones del ámbito financiero (unos 50 bancos y 47 cajas de ahorro), lo que convertía al sector en un mercado muy atractivo para los fabricantes. A raíz de estos contactos surgieron un par de trabajos de consultoría que desarrollamos en unos 3 o 4 meses.

El nacimiento de Serban S.L.
A primeros de 2003 se nos planteó el problema de cómo facturar esos trabajos de consultoría. No teníamos mucho conocimiento sobre el tema así que decidimos constituir una pequeña empresa, SERBAN S.L. Os vais a reír, pero así fue como nació la que ahora es Serban Group, hoy con sede en 9 países, más de 150 grandes clientes y cerca de 40 millones de US$ de facturación anual.
Durante los siguientes dos años (2004-2005), aunque manteníamos los servicios de consultoría para fabricantes, comenzamos a realizar nosotros mismos la venta e implantación de soluciones y servicios directamente a grandes clientes.
Con las consultorías sufragábamos los gastos fijos de la empresa, que eran pequeños, y con los proyectos de tecnología empezábamos a crear valor para la empresa y construir un futuro propio sin depender de las consultorías.
La llegada de los primeros clientes
Comenzamos a focalizamos mucho más en la tecnología de las oficinas bancarias, como el puesto de trabajo financiero, con sus periféricos especializados: lectores de cheques, impresoras de libretas de ahorro, dispensadores de efectivo, escáneres de documentos, etc. que es lo que más conocíamos por nuestra experiencia.
Enseguida detectamos la necesidad de lectores de código de barras en los puestos de trabajo de las oficinas bancarias para automatizar los procesos de pago de recibos, ingresos de impuestos, pago de multas y, en general, la gestión de los documentos de pago que los clientes presentaban en ventanilla.
Así, entre 2005 y 2008 implantamos más de 25.000 lectores en numerosas oficinas bancarias de toda España. Empezamos, como era lógico, en las oficinas de nuestro querido BBVA, que fue el primero en confiar en nosotros.
Como anécdota me gustaría destacar que los lectores venían de Italia en camiones tráiler y que nosotros mismos nos encargábamos de descargarlos y personalizarlos en un almacén que nos prestó un amigo en Alcobendas (Madrid). En aquella época, nada nos parecía imposible.
El paso a la virtualización del puesto de trabajo
Posteriormente detectamos un problema importante que afectaba a muchas grandes empresas con amplias redes de oficinas (no solo bancos, sino también aseguradoras, compañías de energía, consultoras, etc.). La mayoría de sus aplicaciones seguían siendo soluciones Windows instaladas directamente en los puestos de trabajo. Esto implicaba un enorme esfuerzo de distribución de software, tanto a los servidores como a los equipos de cada oficina, gestionado en remoto desde los departamentos de tecnología. Los retrasos, las incidencias y la falta de control hacían que su mantenimiento fuera especialmente complejo.
Para resolver esta situación decidimos especializarnos en tecnologías de puesto de trabajo remoto. Empezamos a implementar la virtualización del puesto, lo que eliminaba por completo la necesidad de distribuir software de forma masiva y aportaba un beneficio adicional clave: permitir el acceso seguro desde fuera de la oficina (domicilio, hoteles, desplazamientos, etc.).

La eliminación del papel y la firma biométrica
Hacia 2010 detectamos otro gran desafío en las oficinas de entidades financieras y en otros sectores como las compañías de seguros: la eliminación del papel en los procesos de contratación. Era necesario migrar a la firma digital mediante dispositivos móviles, tabletas y otros soportes electrónicos.
Sin embargo, para que esa firma tuviera validez legal debía capturar datos biométricos del firmante y cumplir una serie de requisitos adicionales, como la encriptación y el almacenamiento seguro. En colaboración con distintos fabricantes de software de firma electrónica, implantamos soluciones de firma biométrica en las oficinas de más de 100 clientes en todo el mundo.
La explosión del puesto remoto durante la pandemia
A partir de 2020, con la llegada de la pandemia, se produjo un cambio sin precedentes en la forma de trabajar de miles de empresas. De un día para otro, prácticamente todas las organizaciones tuvieron que habilitar el trabajo remoto para mantener su actividad. Esta situación convirtió la virtualización del puesto de trabajo, una tecnología en la que ya llevábamos muchos años trabajando, en un elemento crítico para la continuidad de negocio.
Durante aquellos meses fuimos capaces de desplegar más de 50.000 puestos remotos adicionales entre 2020 y 2021, lo que nos permitió ayudar a numerosas compañías a adaptarse a ese nuevo escenario. Al finalizar ese periodo, gestionábamos un parque superior a los 200.000 puestos remotos en todo el mundo.

Los pilares que nos hicieron crecer
En mi opinión, las tres tecnologías y soluciones que marcaron nuestro desarrollo durante los primeros 10 años fueron:
- La periferia bancaria, especialmente los lectores de códigos de barras.
- La implantación de puestos de trabajo remotos mediante tecnologías de virtualización.
- La digitalización de contratos a través de la firma biométrica en dispositivos electrónicos.
Actualmente Serban Group trabaja en muchas otras tecnologías y servicios para ayudar a las empresas a mejorar la calidad y fiabilidad de sus servicios IT: soluciones de virtualización avanzada, servicios gestionados, soluciones de ciberprotección o los modelos “as a Service”, que permiten operar con mayor agilidad y eficiencia. En los aproximadamente quince años que estuve al frente de Serban Group, puedo decir que disfruté muchísimo. Me sentí útil aportando mis conocimientos y experiencia para ayudar a las grandes empresas a resolver problemas importantes en su día a día.