La biometría también ayuda a dar clase en las aulas
Hace ya algunos años que las instituciones educativas están adquiriendo tecnologías novedosas para ayudar a que sus procesos, tanto internos como de cara a la educación del alumnado, sean más eficientes y los servicios más atractivos tanto para los estudiantes como para el profesorado.
El hecho de que una gran parte de los estudiantes de las últimas generaciones tiene acceso a Internet viene planteando un desafío para la educación como: la aparición de nuevas tecnologías y sus diferentes usos o las nuevas formas de enseñar y evaluar. No hay que despreciar tampoco el impacto que ha tenido la pandemia ante estas nuevas herramientas, pues se ha acelerado su desarrollo y su uso en muchos ámbitos.
En particular en el ámbito de la educación se han implementado e integrado varias herramientas tecnológicas ya sean plataformas digitales, software de realidad virtual, algoritmos de inteligencia artificial o biometría. Entre ellos, la biometría actualmente está ganando peso por diferentes motivos ya que se pueden analizar características físicas o de comportamiento para identificar biunívocamente a las personas que hacen uso de las herramientas del centro educativo en cuestión.
Aplicaciones biométricas que ya podemos encontrar en el sector educativo:
- Sistemas de gestión de identidad: partiendo de la base de que las contraseñas son poco seguras y que están pensadas para poder recordarlas, surge el uso de sistemas o plataformas dedicadas a controlar el acceso de usuarios a ciertos productos o servicios mediante biometrías como la voz, las huellas digitales o la facial.
- Asistencia a clase: el tiempo de pasar lista en clase, que puede llevar unos minutos dependiendo de la cantidad de alumnos, se ve reducido al mínimo y previene errores. No solo eso, esta tecnología que puede consistir en registro a través de huellas digitales, es capaz de identificar patrones de ausencia y permite hacer estudios estadísticos entre los estudiantes y el rendimiento de la clase.
- Seguridad: el control de accesos al recinto puede realizarse mediante varios tipos de biometría, asegurando que solo personas autorizadas acceden a éste. Si además se incluye el acceso por biometría en los ordenadores del centro, se puede limitar el uso de software a las personas autorizadas.
- Comprender la motivación y el progreso académico de los alumnos: los biosensores inteligentes y las cámaras de infrarrojos pueden diagnosticar el estado de ánimo de los estudiantes permitiendo de esta forma a los profesores optimizar el tiempo de clase mejorando los resultados globales.
No obstante, el mayor desafío que debe superar esta tecnología son los problemas de seguridad y privacidad, que deben abordarse para desarrollar completamente la tecnología en todo su potencial. En Serban Group seguimos trabajando para desarrollar soluciones dirigidas a facilitar la transformación digital de colegios, universidades y centros educativos para que la tecnología sea una herramienta más para alumnos y profesores. ¡Contacta con nosotros para más información!