A la hora de hablar de una migración a la nube, usamos una terminología un poco distinta a la tradicional de un proyecto informático (análisis, diseño, implementación, pruebas, despliegue) y hablamos de etapas de adopción.
¿Por qué surge este término?
En estos últimos años hemos visto muchas empresas que se han declarado “Cloud-first” y que presumen de haber abrazado a la nube;
¿Qué ocurre en realidad?
Se migran algunas aplicaciones, otras se guardan en un cajón, hay equipos que son nativos de nube mientras que otros siguen administrando aplicaciones legadas, se pierde dinero en macroproyectos de transformación digital o los chicos de DevOps hacen lo que les da la gana.
¿Por qué ocurre?
Al no adoptar un entorno de trabajo macro para migrar a la nube se crean unidades de negocio o equipos aislados, con distintos grados de madurez y de presupuesto y esto provoca estos enredos que acabamos de describir.
Como siempre en tecnología no existe un enfoque que sea siempre correcto, pero si existen marcos que se pueden adaptar a cada organización, sobre todo con el objetivo de no repetir errores y conseguir crear su propia metodología y manera de trabajar. En el mundo de migrar nuestras aplicaciones a la nube podemos distinguir 4 etapas:
- Etapa proyecto: En esta etapa se publican en la nube algunas cargas de trabajo como prueba de concepto y como entrenamiento para todos los equipos.
- Etapa fundación: En esta etapa una vez que hemos convenido a la dirección y nosotros mismos de las ventajas de la nube, comenzamos a crear equipos dedicados a las tareas de la migración, crear arquitecturas de referencia, formar al resto de equipos técnicos etc.
- Etapa migración: En esta etapa se suben a la nube todas las cargas de trabajo deseadas, con mecanismos y metodologías ya probados en la organización. Para ello tenemos que realizar levantamiento de información e inventariar nuestros activos (aplicaciones, datos, sistemas etc) y revisar con el negocio para definir prioridades
- Etapa reinvención: En esta etapa se tiene la suficiente madurez para optimizar las aplicaciones o servicios y crear innovación con un enfoque nativo de nube. Se produce un aumento de la innovación, ya que los equipos de tecnología disponen de más tiempo y dinero fruto de la migración.
¿Cuál es la etapa clave?
Vamos a hacer foco ahora en la etapa de migración, que es la mas jugosa a nivel técnico. En este momento hay que recordar que ya hemos hecho nuestros primeros experimentos con la nube, hemos migrado alguna carga de trabajo sencilla, hemos probado varios proveedores de nube, nuestros muchachos están motivados y entrenados para hacer cualquier cosa y sobre todo ya hemos aprendido algunas de esas cosas que no hay que hacer.
Paso 1
Primero tenemos que realizar una serie de tareas, usando el símil de una mudanza, tenemos que echar nuestra casa abajo y meterla en cajas. Necesitamos saber que tenemos en casa, realizando inventarios de aplicaciones, viendo los planos de arquitectura, revisando con negocio los SLAs existentes, echar un ojo a los sistemas de gestión de bases de datos y de gestión de la información, ver que necesidades de rendimiento tienen nuestras aplicaciones, que disponibilidad necesitan, datos de consumo etc.
| Básicamente tenemos que hacer un inventario a detalle de toda nuestra plataforma tecnológica |
Paso 2
Una vez obtenemos todos los datos, podemos clasificar nuestras aplicaciones, nuestra infraestructura y el rendimiento que deseamos obtener de cada una. En este momento tenemos que definir los criterios para realizar la migración:
¿Va a primar el rendimiento o la disponibilidad?
¿Tenemos presupuesto ilimitado o tenemos que migrar las aplicaciones más necesarias para el negocio?
¿Existe alguna incompatibilidad a nivel técnico con alguna de nuestras aplicaciones?
Paso 3
Una vez tenemos listo el inventario y tenemos definidos los criterios tenemos que escoger que estrategia vamos a utilizar para migrar. No hay una varita mágica y cada carga de trabajo o app tendrá una estrategia que mejor se acople a ella.
Por ejemplo, vamos a tener aplicaciones que nos vamos a deshacer de ellas porque están obsoletas, otras que no se podrán migrar a la nube por problemas técnicas, otras que será solo moverlas tal cual a la nube y otras que nos harán sudar y tendremos que rehacerlas para poder migrarlas.
Paso 4
Una vez tenemos nuestras aplicaciones publicadas entramos en la fase de mejora continua. Gracias al tiempo y costes que nos ahorra tener estas aplicaciones en la nube, tenemos más tiempo y dinero para pensar en mejoras, optimizaciones, explotar nuevas características que nos brinde nuestro proveedor de nube etc.
Esto es solo una muestra de lo que puede aportar a las empresas dar el paso a la nube, pero podríamos enumerar también otras muchas ventajas tanto operativas como económicas: reducción de incidencias tecnológicas, control de licenciamiento, mantenimiento y renovación de hardware, brechas de seguridad… En Serban Group, como integrador tecnológico experto en transformación digital, acompañamos a las organizaciones en su "Journey to the cloud" asesorándoles durante todo el proceso. Si quieres empezar a disfrutar de todos los beneficios de la nube no dudes en ponerte en contacto con nosotros aquí.