La construcción de una economía global más sostenible resulta hoy ineludible para las empresas. Quedan 8 años por delante para cumplir con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda 2030 aprobada en 2015 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Entre los objetivos impostergables figuran la eliminación de la pobreza, el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer y la defensa del medio ambiente.
Tal como advierten desde la ONU, la innovación y el progreso tecnológico son fundamentales para descubrir soluciones duraderas para los desafíos económicos y medioambientales, como el aumento de la eficiencia energética y de recursos. ¿Cómo pueden los CIOs involucrarse en la transformación sustentable?
Desafíos de los líderes tecnológicos
Una reciente encuesta de Deloitte encontró que el 98% de los consumidores creen que las marcas son responsables de mejorar el mundo. De hecho, el 40% afirma que prefiere comprar productos sostenibles, mientras que otra investigación halló que el 35% de los ejecutivos de productos de consumo creen que las actitudes de los consumidores hacen más para impulsar a sus empresas hacia la sostenibilidad que las demandas de los inversores.
Frente a ese contexto, los CIOs tienen mucho para aportar, especialmente para lograr las emisiones cero. Tal como advierten desde Deloitte, los responsables del área informática de las empresas tienen tres grandes oportunidades:
- Implementar un programa holístico e integrado de datos e información para medir e impulsar la sostenibilidad ambiental.
- Maximizar una estrategia tecnológica impulsada por la sostenibilidad.
- Impulsar la transparencia y la rendición de cuentas en la cadena de valor.
Avances tecnológicos como la inteligencia artificial, la gestión automatizada del big data, Internet de las Cosas, el almacenamiento en la nube (con modelos como IaaS, PaaS y SaaS), 5G, blockchain y la programación verde (green coding), entre otras, resultan grandes aliados para los CIOs en ese camino hacia la transformación y la búsqueda de estrategias concretas que consigan acelerar la sustentabilidad.
La importancia de reducir el impacto en el medio ambiente
“No hay ninguna empresa cuyo modelo de negocio no se vea profundamente afectado por la transición a una economía Net Zero (neutralidad de carbono). Las empresas que no se preparan rápidamente verán sufrir sus negocios y valuaciones”, afirmó el empresario Larry Fink, presidente de BlackRock. El enfoque ESG (gobierno ambiental, social y corporativo) se ha vuelto prioritario para las organizaciones, como lo demuestran las acciones y compromisos asumidos por líderes de diversas industrias y sus socios estratégicos.
También la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) celebrada en Glasgow dejó varios acuerdos clave entre los líderes mundiales, como el abandono de los combustibles fósiles, el compromiso de detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de las tierras de aquí a 2030 y la adhesión al Compromiso Global por el Metano.
Si bien los líderes tecnológicos corporativos han tenido durante mucho tiempo un rol secundario en los esfuerzos de sostenibilidad de muchas empresas, hoy los CIO se involucran cada vez más en esas metas.
La gran dependencia de las organizaciones en los software y canales en línea potencia la demanda de centros de datos que consumen mucha energía (se calcula que hoy representan entre el 1% y el 2% del consumo mundial de electricidad). Si los CIOs consiguen encontrar formas más ecológicas de potenciar los centros de datos, clasificar los datos con más cuidado y aprovechar la virtualización (con técnicas como distribuir las cargas de trabajo en varios servidores), se podrá aprovechar al máximo la capacidad de los servidores existentes y el desarrollo será realmente sostenible.
Los consumidores y todos los protagonistas de las cadenas de suministro mundiales demandan mayor transparencia y las claves parecen estar en la innovación, la tecnología sustentable y las buenas prácticas. Comprometerse con el desarrollo sostenible se ha vuelto, al mismo tiempo, una responsabilidad y una oportunidad.
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