Las empresas digitales pasaron de tener una fuerza de trabajo híbrida circunstancial (por aislamiento) a una diseñada por conveniencia. El aprendizaje en estos últimos tiempos sumó nuevos estilos de gestión y de liderazgo, que impulsaron notablemente la innovación y la productividad.
Pero, ¿cómo hacemos para mantener esto en el tiempo? Mientras que, generar una buena experiencia digital del empleado implica abordar nociones de agilidad y flexibilidad, la seguridad de la información parece estar en el otro extremo, más asociada a barreras y controles de acceso.
Si bien existe un panorama de amenazas crecientes, existe también la tecnología necesaria para proteger el activo más valioso de la empresa, que es su información, optimizando, al mismo tiempo, la experiencia de uso de todo el equipo. El trabajo digital y remoto se caracteriza por su dinamismo y alta competitividad, por eso para comprender las necesidades actuales es importante realizar una revisión del contexto actual y entender las posibilidades que tenemos a nuestro alcance.
Trabajo híbrido y distribuido
Los analistas aseguran que muchos de los puestos de trabajo que hasta hace poco eran presenciales, se convertirán al 100% en puestos digitales, para lo cual, las empresas deben seguir aprendiendo a sacar provecho a este impulso ganado. El 42% de los empleados de todas partes del mundo dicen que trabajar a distancia es un requisito, no sólo una ventaja y el 90% considera que es responsabilidad del empleador garantizar el acceso adecuado a las herramientas digitales para hacer posible el trabajo a distancia. Además, en los hechos se corrobora que el tamaño del mercado global de espacios de trabajo digitales sigue en aumento.
Y en los últimos años, incluso, se sumó la dispersión geográfica y multiplicidad de procedencias dentro de un mismo equipo de trabajo, porque la captación de talentos de las empresas ya no considera la ubicación geográfica como un requisito o impedimento.
En este panorama, aunque los nuevos talentos prefieren el trabajo remoto o híbrido, y en la práctica se lleva a cabo, hay números que nos alertan que todavía hay trabajo por hacer. En materia de digitalización hoy es fundamental comprender las necesidades y la experiencia de los empleados, porque esta buena o mala experiencia se transmite también al cliente. En materia de digitalización hoy es fundamental comprender las necesidades y la experiencia de los empleados, porque esta buena o mala experiencia se transmite también al cliente.
Espacios de trabajo seguros: ¿desconfianza o revisión constante?
Hoy los especialistas de IT necesitan administrar y optimizar el acceso seguro a cualquier aplicación, en cualquier nube y desde cualquier dispositivo. Por eso surge el concepto de acceso Zero Trust a la red, en referencia al refuerzo en la seguridad con patrones de control automatizado para el acceso a la información.
Se trata de un concepto que se basa en tres principios: cero confianza, menos privilegios y verificación constante. Sobre esos pilares se construye un modelo de control confiable que, al mismo tiempo, brinda flexibilidad, agilidad y escalabilidad a las empresas de cualquier tamaño.
En la práctica, Zero Trust es un modelo que requiere la identidad del usuario y múltiples factores que dan cuenta de su contextualización, para autorizar o no su acceso, impidiendo cualquier ataque que simule ser parte del equipo para ingresar a recursos internos.
Esto permite ventajas comparativas como:
- Acceso eficaz basado en identidad y contexto para todas las aplicaciones
- Seguridad definida por software que protege a los usuarios, dispositivos y datos remotos sin afectar al rendimiento ni a la experiencia del usuario.
- Independencia de herramientas de seguridad heredadas que no son escalables y hacen que todo el proceso sea más lento
- Ampliación de una red de perímetro global de seguridad, para adecuarla a cada necesidad, dando un salto cualitativo y dejando atrás a las VPN y su lentitud característica
Se trata de soluciones creadas especialmente para el Digital Workspace, que están basadas en la nube y brindan garantía de calidad a las aplicaciones y simplicidad operativa. La clave está en implementar y combinar herramientas que contemplen desde el primer instante un acceso más seguro, optimizado y de alto rendimiento, para todas las plataformas.
Hoy podemos decir que están dadas las condiciones para salir de las soluciones de seguridad y operatividad tradicionales e integrar alternativas que garanticen:
- Una administración unificada de terminales
- Sistemas de seguridad que previenen, detectan y responden a las amenazas
- Auditoría y corrección que mide constantemente el comportamiento para proteger contra el ransomware y el malware.
- Equipo de IT que da seguimiento y monitoreo para garantizar un cumplimiento y funcionamiento de las actualizaciones de seguridad.
Es tiempo de dejar atrás viejas prácticas. Si bien las empresas cargan con los temores que arrastran de los primeros pasos en la digitalización, hoy el avance de las alternativas de seguridad para los espacios digitales hace posible un total cambio de paradigma, haciendo de la seguridad una premisa y valor fundamental que sostiene al negocio y garantiza las dinámicas y necesidades de los equipos de trabajo.
¿Te ha gustado este artículo? Déjanos un comentario